domingo, 16 de noviembre de 2014

Las gallinas que entran por las gallinas que salen...

De nuevo han pasado 3 semanas desde mi última entrada y en aquel momento pesaba 80 kg. Ahora peso 79 kg., es decir 1 kg. menos. Y desde que empecé con la Virgin Diet he perdido 8'5 kg. en total.

En estas tres últimas semanas he de reconocer que he tenido un bache, una semana en la que no había perdido nada. Así que me puse a pensar cual podía ser la causa. ¿Había llegado a una meseta de la que no podría bajar? ¿Estaba haciendo algo diferente? ¿Tenía que empezar a hacer ejercicio?

Las gallinas que entran por las gallinas que salen

Muchas veces he oído a la gente el clásico consejo para adelgazar: "Para bajar de peso sólo tienes que comer menos".

La teoría es sencilla, si comes 2.500 calorias y te mueves gastando 2.500 calorias ni ganas ni pierdes, tu peso está estable. En cambio si pasas a comer 2.700 calorias entonces vas a engordar. Por tanto lo "único" que hay que hacer es comer menos calorías y aumentar la actividad física. Fácil, ¿verdad?

Pues para mi nunca ha sido fácil. Entiendo que esta teoría sí funciona, pero hay personas a las que nos cuesta más esfuerzo conseguirlo por un motivo. La intolerancia a algunos alimentos. Si has seguido mi "tour" por la Virgin Diet, sabrás que tengo algún grado de intolerancia a los Lácteos, los Huevos, el Gluten y la Soja. "Gracias" a estas intolerancias, la química de mi cuerpo me hacía ser más ineficiente a la hora de perder peso. Estas intolerancias me han causado inflamación y resistencia a perder peso, de forma que al estar presentes en mi organismo no perdía ni un gramo incluso comiendo menos cantidad de lo habitual. En mi cuerpo entraban "gallinas" pero las que salían tenían que sortear obstáculos.

¿Estaba haciendo algo diferente en mi dieta cuando me quedé estancada?

La respuesta es SI. Llevo un tiempo disfrutando de un pan riquísimo que hace mi marido. Lo hace con Harina de arroz, así que está totalmente permitido en mi nuevo estilo de vida. El problema es que además le añade una buena cantidad de almendra molida para que el pan tenga calcio, aumentando las calorias significativamente.
Yo por la mañana ya como una buena cantidad de frutos secos, pero con esta tentación de pan ahora los comía inadvertidamente a la hora de comer y a la de cenar, de forman que dejaba entrar a más gallinas de las que necesitaba.

En la última semana hemos hecho una racionalización a la hora de comer pan de arroz con almendra, ya que es demasiado calórico tal y como lo hacemos. Gracias a ello he seguido bajando de peso, ahora las gallinas que entran son menos que las gallinas que salen.

La virtud está en la moderación.

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